DETALLES DEL INICIO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA REGIÓN, EL SUEÑO DE EMPRESARIOS QUE CAMBIÓ LA VIDA DE MUCHOS.
Relatos y Retratos del Saltillo Antiguo
Ariel Gutiérrez Cabello
Se ha dicho
que Juan Navarro, uno de los primeros pobladores de la ciudad, instaló un
molino de trigo en la parte norte de Saltillo; hay quienes afirman que, el
molino de Juan Navarro fue el primero del continente americano, otros relatos
más verosímiles apuntan que por lo menos, sí pudo haber sido el primero en
Norteamérica. A los afluentes que corrían de sur a norte que sirvieron para
mover la muela trituradora de granos, se les conoció como Aguas Navarreñas.
LA AURORA
Se fundó en
los primeros años de la década de 1840. Después de pasar por varios
propietarios, el señor Francisco Arizpe y Ramos, le dio un gran impulso,
invirtió en nuevas tecnologías y mantuvo una gran producción, en definitiva,
fue su mejor época. En 1897 producía en sus telares la cantidad de treinta y seis
mil pies de manta, con un valor de noventa mil pesos. Como materia prima, se
utilizaba algodón pluma, traído directamente de la región de La Laguna. El agua
y vapor constituyeron la principal fuerza motriz para impulsar la maquinaria
con poder de ochenta caballos. El consumo anual de leña utilizada era de casi
una tonelada con un valor de tres mil doscientos pesos.
LA HIBERNIA
En 1827, el
Dr. Santiago Hewetson, llegó a Saltillo con la intención de comprar tierras
para los colonos irlandeses que pretendían asentarse en la región norte del
entonces estado de Coahuila y Texas. Años después desistió de aquellas tareas, se
quedó a vivir en Saltillo contrajo matrimonio con Josefa Guajardo. En 1842 echó
a funcionar una fábrica textil, a la que llamó La Hibernia, antiguo nombre
romano que se la daba a Irlanda, Hewetson era irlandés. La Hibernia contaba con
telares traídos desde el Reino Unido. La Hibernia pasó por varios procesos de
renovación de maquinaria, estuvo parada por varios años, pasó a manos del señor
José Juan Rodríguez, quien después de una fuerte inversión reanudó las labores
de producción.
LA LIBERTAD
La tercera
fábrica se asentó pocos años después del comienzo del siglo veinte. Su
propietario fue el señor Clemente Cabello. En varias ocasiones modificó el lugar,
al término de las reformas, el resultado fue un hermoso edificio, de igual
manera Clemente Cabello invirtió considerables sumas para lograr aumentar la
producción de telas. Pablo M. Cuéllar Valdés, en su libro Historia de la ciudad
de Saltillo relata que, la fábrica La Libertad cerró en 1910. En 1932 dos
inmigrantes catalanes Carlos y Luis Ribé reabrieron las puertas para reiniciar la
producción. La vieja tecnología aunado a los constantes problemas laborales,
hicieron inoperante la textil, en 1957, su último propietario el señor Emilio J.
Talamás, cerró para siempre las puertas de la fábrica. El antiguo edificio que albergó
La Libertad es hoy la sede del Seminario Propedéutico de la Diócesis de
Saltillo.
EL LABRADOR
Estuvo situada
en el sur de la ciudad, casi en la esquina que conforman la calle de Urdiñola y
el Periférico Luis Echeverría. Esta fábrica se fundó en el año de 1856, al
finalizar el siglo XIX, su producción alcanzó un total de más de dieciséis mil piezas
de manta, las telas tenían un valor de cuarenta y nueve mil pesos. La potencia
hidráulica alcanzaba un poder de veinte caballos de fuerza. A las corrientes
del vital líquido, se les conoció como Aguas Arizpeñas. Su propietaria la
señora Francisca Arizpe viuda de Barousse, mantuvo una planta laboral compuesta
por diecinueve hombres, veinte mujeres e igual número de niños y niñas. Desde
siempre como hasta ahora la inequidad estuvo en los salarios, los varones recibían
treinta y ocho centavos al día y las mujeres veinticinco centavos, por lo menos
los niños recibían dieciocho centavos por igual. En su última etapa el empresario
de origen irlandés Guillermo Purcell compró la fábrica de El Labrador.
BELLA UNIÓN
En las afueras
de Arteaga, Coahuila, la fábrica textil Davila de Hoyos inició operaciones en
1856. ya para cerrar el siglo XIX producía cerca de 500 mil metros de manta por
año, con un valor estimado en cincuenta mil pesos, utilizaba fuerza hidráulica
con potencia de sesenta caballos. Trabajaban como operarios cincuenta y nueve hombres
con un salario de 30 centavos y cuarenta mujeres con ingresos que iban de los treinta
y siete a ochenta centavos diarios. Veintiocho niños recibían pagos que
oscilaban entre dieciocho a veinticinco centavos diarios, los infantes recibían
su educación primaria, gracias a una escuela instalada en la fábrica. A inicios del siglo veinte los empresarios
Guillermo Purcell, Dámaso Rodríguez y Marcelino Garza se unieron para formar la
Compañía Industrial Saltillera. El
nombre del poblado Bella Unión tiene su origen por la unión de estos tres
empresarios.
LA ESMERALDA
La textil se
fundó en 1860, por la señora Francisca Zamora y el señor David Zamora, ricos terratenientes
y empresarios de aquella época. La Esmeralda estuvo en la parte sur de lo que hoy
es el centro de Ramos Arizpe. En sus primeros años produjo anualmente siete mil
piezas de manta, con un valor de veinte mil 160 pesos. A finales del siglo XIX,
provenientes del pueblo de Bolton, Inglaterra, lugar mundialmente reconocido
por la tecnología y producción textil, el señor Henry Boardman y su esposa Eleonor
Taylor, adquirieron la fábrica La Esmeralda. Gracias al expertís de los
ingleses, fueron los primeros en producir mezclilla. La textil estuvo en manos
de la familia Boardman por más de cuatro décadas. En 1941, por problemas laborales
la familia no tuvo más remedio que cerrar.
Último dato
curioso.
Un tataranieto
del señor Henry Boardman, Antonio Flores Boardman, estuvo recibiendo por años
una revista especializada de la industria textil, la publicación, editada en Inglaterra,
mes a mes era entregada por el cartero a Flores Boardman, cierto día cuando
fungía como alcalde de la ciudad de Ramos Arizpe, recibió una carta por parte
de la editorial, la misiva requería la renovación de la suscripción, ya que tenía
más de cuarenta años de no recibir el pago, años transcurridos
desde el cierre de la textil.
Fábrica El Labrador, al sur de la hoy calle de Urdiñola
Fotos Fondo
Fotográfico Sieber D.R.