domingo, 6 de marzo de 2022

 

La antigua calle de Santa Ana en el tiempo.  

La antigua calle de Santa Ana, hoy llamada Vicente Guerrero, fue nombrada con el propósito de perpetuar la memoria de uno de los héroes de nuestra Independencia. A pesar de no ser muy larga, la calle está cargada de historia; esconde secretos y recuerdos que despiertan el orgullo de varias generaciones de familias que vivieron en ella.

Por mucho tiempo la calle de Santa Ana marcó el límite de la ciudad y sirvió de entrada a la ciudad, albergaba modestas casas de adobe y varias fincas con establos de vacas lecheras, como el de Teodoro Sánchez y la de la familia del famoso panadero Leoncio Saucedo Saucedo.

Desde de la fundación de la ciudad.

La calle nace al desprenderse de la serpenteante calle Bolívar, justo en las inmediaciones del bravo barrio del Águila de Oro. En la actualidad tiene sentido de sur a norte. La calle termina en los muros del primer templo bautista de la ciudad. Hasta hace unos años, se podía dar un giro a la izquierda, continuar por un costado de la plaza y la iglesia de San Francisco de Asís, para topar con la calle de Juárez, la otra opción, frente a los muros del templo bautista, era girar a la derecha y seguir por la calle de Ateneo. El tramo de Ateneo a Juárez se cerró para ampliar el atrio y parte de la plaza de san Francisco.

Intervención Francesa

El 5 de agosto de 1866, la antigua calle de Santa Ana fue escenario de una feroz batalla entre las tropas al mando de don Victoriano Cepeda y el ejército francés. Justo donde comienza la hoy calle Guerrero, existió la vivienda del señor Santiago Sánchez y Sánchez, dicha finca sirvió de cuartel para los imperialistas, los galos tenían tomada la ciudad semanas atrás, la casa, resultó severamente afectada por los disparos de artillería de los bandos contendientes. La mencionada casa sirvió de nueva cuenta como fortín en tiempos de la Revolución Mexicana.

La histórica casa fue edificada por don Mariano Sánchez y vendida más tarde a don Jesús Dávila de la Peña, padre de don Jesús Dávila Sánchez, uno de los colaboradores más fieles de Venustiano Carranza, quien lo acompañó hasta su muerte en Tlaxcalatongo, Puebla

Templo protestante   

El Gobernador Evaristo Madero Elizondo, otorgó todo tipo de facilidades para la instalación de lo que fue uno de los primeros templos protestantes de la ciudad. En 1884, el ministro Guillermo D. Powell adquirió el terreno contiguo a la Iglesia de San Francisco; el predio de veinticinco por cincuenta y nueve metros costó en aquel entonces dos mil pesos. La iglesia Bautista fue construida a pesar de haber encontrado resistencia de varios católicos saltillenses. Hoy en día existen casi cien templos bautistas en Saltillo. En el 211, antes de que termine la calle hay interesante edificio a medio terminar, tiene ventanas un tanto góticas, muestra en sus muros desde sus cimientos, la característica humedad típica de las casas antiguas del centro de Saltillo, prueba del agua subterránea.

Tiempos de la Revolución

 

En esta calle nació Prisciliano Flores, curiosamente apodado Prisciliano Santa Ana, se ganaba la vida como introductor de ganado fue en 1913 cuando se unió a las fuerzas del General Pablo González; luego se incorporó a las filas de su sobrino, el General Andrés Saucedo, también vecino de la calle Guerrero, Saucedo fue el principal subordinado del General Lucio Blanco. Prisciliano Flores fue herido en el fracasado ataque a Laredo, Tamaulipas. Después de la ruptura entre el Gral. Francisco Villa y el Primer Jefe, Venustiano Carranza, permaneció fiel a Carranza, combatió a los villistas, participó en la batalla de El Ébano, San Luis Potosí, plaza que defendió exitosamente bajo las órdenes del Gral. Jacinto B. Treviño, entre febrero y mayo de 1915. Murió siendo General de Brigada durante el combate del 19 de julio de 1915, en Atlixco, Puebla, en esa batalla contra tropas zapatistas.    

Orto distinguido vecino de la calle de Guerrero fue el General Andrés Saucedo, quien, junto a otros setenta jefes y oficiales constitucionalistas estuvo presente en la firma del Plan de Guadalupe, el plan se redactó y firmó en la Hacienda de Guadalupe el 26 de marzo de 1913 y se promulgó en Eagle Pass, Texas el 31 de marzo de 1913.

Personaje insigne

En la modesta vivienda de adobe marcada con el antiguo número 10, hoy 329, nació el Maestro de Saltillo, Fermín Espinosa Saucedo, Armillita Chico, sin lugar a discusión el mejor torero que haya existido, no lo digo yo, lo han dicho y reiterado cronistas españoles, aunque tardaron medio siglo en reconocerlo. Armillita murió en 1978. Para ser recordado se mandó colocar una placa en la antigua casa donde nació. Para variar como sucede con las placas de bronce, hace unos años, como se dice de manera coloquial la placa misteriosamente fue a dar al kilo.

Muchos de los antiguos nombres de las calles de la antigua Villa de Santiago del Saltillo han quedado enterrados en el tiempo, por lo general aludían a nombres de santos principalmente, otros tantos a fechas de sucesos históricos, en referencia algún templo o colegio y otras llevaban apellidos de vecinos ilustres. El saber nuestros antecedentes culturales permitirá consolidar un sentido de quiénes somos en el presente e imaginar el futuro.

 

 



Iglesia de San Francisco




Fermín Espinosa Saucedo


Geenarl Andrés Saucedo

 saltillo1900@gmail.com

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