lunes, 26 de agosto de 2013
Por Sigifredo López Herrera
Realizar una reseña de 134 años de historia de toreros con alternativa, es decir, hablar del toreo moderno a partir de 1879 que es cuando se empieza a institucionalizar el toreo en México, es un tema que merece estar en la mesa de las discusiones y Ariel Gutiérrez, director del Museo de la Cultura Taurina lo trajo a la audiencia como un reto personal y del interés del público.
Un tema por demás extenso y apasionante por sus diversas aristas. Dijo que antes había corridas de toros pero eran pachangas y algo diferente, pues eran espectáculos populares con toros embolados, toros de coleadero, ascensiones de globos aerostáticos, fuegos artificiales y el toro era el protagonista.
"Estamos hablando del toreo que se hacía en México de 1835 a 1887, y cuando llegan los españoles entonces el toreo mexicano se españoliza. Es decir, antes el toreo era muy mexicano que nada tenía que ver con lo que se hace ahora."
Explicó que la llegada de los toreros españoles importantes fue en 1882 y en 1887 con la llegada de Luis Mazantini, un torero de padre italiano y madre francesa, y torero español y además vasco, le empieza a dar forma al toreo en México. Y se empieza a españolizar un 90 por ciento.
SE HAN DADO CAMBIOS
Dijo que antes era muy común los bajonazos, o matar los toros de una manera que era muy mal vista en España y aquí era aplaudida. Cuando llegan los toreros españoles hacen lo mismo aquí en México y el público los empieza a rechazar. Ante esa nueva modalidad que se acepta después, empieza a cambiar la gente y rechaza el modelo mexicano.
Por lo tanto, todos estos cambios se vinieron dando por mucho tiempo: por ejemplo, la del peto que cubre al caballo, y se siguen dando los cambios porque la fiesta de los toros corre un peligro y… "creo que hay que abrirse y aceptar esos cambios que hemos visto durante mucho tiempo. Y uno de ellos es suprimir algunas de las cosas que puedan dañar al toro, es decir, bajarle ese sufrimiento y creemos que en esa medida la fiesta brava prevalecerá".
LIGADA con LO RELIGIOSO
Dijo que actualmente la gente ya no tolera, por ejemplo, los abusos de un picador, y eso significa un cambio, los puristas dirán que no pero todo cambio es para mejorar. El tiempo en que se torea el toro es de 11 minutos dice el reglamento, pero puede considerarse como parte también de un cambio.
Aceptó Ariel Gutiérrez que la fiesta brava está muy ligada con lo religioso, y expresa: "Claro que sí, totalmente, al toreo se le conoce como el toreo católico, hay una relación muy estrecha, la Iglesia promovía la fiesta brava por muchas razones: los reyes celebraban el nacimiento de un noble, la coronación de un monarca y, sobre todo, se festejaban a los patrones de las localidades, por lo que la Iglesia Católica sí promovía los toros."
De ahí que los toreros en cada corrida antes de salir al ruedo, realicen su propio ritual, por lo que toros-Iglesia están muy ligados, y finalmente la muerte, que viene a ser un elemento importante en los toros, tanto para el torero como para los toros.
INICIOS EN MÉXICO
Es así como Ariel Gutiérrez ofreció un extensísimo panorama desde el 24 de junio de 1524, el mero Día de San Juan, cuando empieza la cultura taurina en México con Hernán Cortés al presenciar una corrida de toros. Y del siglo XVI, el ponente salta al siglo XIX que es donde prácticamente cuando México se independiza empieza a realizarse un toreo mexicano.
Una crónica la de Ariel Gutiérrez que hasta el menor detalle sale a colación. Manifestó que toreros como Bernardo Gaviño, Ignacio Gadea (jinete banderillero), Ponciano Díaz, Lino Zamora y Genovevo Prado le dan y marcan el futuro de la fiesta brava en México.
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