Hacer un recuento histórico
básico de los personajes de la política que han asistido a las corridas de
toros en nuestro país y su análisis, sería tema para otro libro, sin embargo
enumeraremos los más relevantes, empezaremos por el mismo Hernán Cortés como ya
lo mencionamos antes que fue siendo la principal figura política de ese entonces, el que a su
regreso del territorio de lo que hoy es Honduras asistió a un festejo de toros el 26 de junio
de 1526.
Durante la época colonial en
nuestro país muchos de los Virreyes,
Capitanes Generales y Gobernadores, así como algunas autoridades
eclesiásticas, solían asistir a los
festejos ya que muchas de las veces se
organizaban las fiestas en su honor, los
motivos; la llegada a celebre personaje
a una ciudad, por e l nombramiento en un
nuevo puesto, por la promoción y ascensión en la jerarquía burocrática real.
Antes de la independencia Don
Miguel Hidalgo e Ignacio Allende presenciaron
una corrida juntos en San Luis Potosí en el año de 1800, al lado justo de Don Félix María Calleja
quien fue comisionado como comandante
del ejército realista en aquel estado, aquellos eran tiempos de paz, coincidieron y convivieron como amigos, sin
imaginar o tal vez ya lo traían en mente las ideas independentista, que diez
años más tarde serian acérrimos enemigos por liderar el movimiento insurgente
que nos daría la independencia de España.[1]
Una de las características que
tiene el espectáculo taurino a diferenta
de otros, como el box o el futbol,
es que la fiesta de los toros siempre ha albergado públicos de todas las
capas sociales y de los diferentes ámbitos de la vida social, en las corridas
se puede ver hasta el más humilde de
los trabajadores, empleados, oficinistas, ejecutivos, empresarios, banqueros,
artistas, para ver y dejarse ver y no pueden faltar los políticos, tal vez con las mismas y parecidas intenciones de los
artistas o la asistencia a las corridas, son por mera afición a veces un tanto
villamelonesca[2].
La asistencia de las figuras y
personajes públicos a las plazas, por lo
menos antes, permitió que los toreros se codearan con artistas, empresarias y
gente de la política, de éstas
relaciones se podía esperar casi todo,
seguro la intención era permanecer en boca de los aficionados para alargar la
boga y popularidad, común era el anuncio de un romance, un negocio o un
jugoso escándalo entre amas figuras.
Por esta diversidad y
heterogeneidad de asistentes, asisten a
estas plazas
El
Presidente Porfirio Díaz en una tarde de toros
"Ole .....Este señor no es Don Porfirio Diaz Mori .
ResponderEliminarEs Francisco León de la Barra !!!