A
finales del siglo diecinueve la aristocracia mexicana y los altos funcionarios
de gobierno Porfirista, sentían una enorme fascinación por todo lo proveniente de
Francia, los aires se respiraban total o casi afrancesados, la moda, la comida,
para variar el cine no fue la excepción, una vez que hizo su debut, de
inmediato tuvo un gran éxito y mereció un reconocimiento por ser francés.
El
Presidente de la Republica Porfirio Díaz recibió a los representantes de los
Lumiere a los señores Claude
Ferdinand Bon Bernard y a Gabriel Veyre quienes habían llegado como
proyeccionistas y presentar en nuestro país las primeras imágenes en
movimiento,
El
cinematógrafo llego a México ocho mese después de hacer su triunfal debut en la
ciudad de París, el escenario fue en un de los salones el Castillo de
Chapultepec en la noche del seis de agosto de 1896, ante un selecto público de
funcionarios encabezados por el presidente de la Republica el General Porfirio
Díaz y miembros de su familia, maravillados debieron haber quedados ante aquel
magnifico invento de los hermanos Lumiere.
Días
más tarde el cinematógrafo hace su debut ante el público mexicano, en el sótano
de la Droguería “Plateros” en la calle del mismo nombre hoy calle Madero,
aquella pequeña sala lució abarrotada el 14 de agosto de 1896, El público aplaudió fuertemente
las "vistas" mostradas por Bernard y Veyre. La Droguería
"Plateros" se convertiría, en la primera sala de cine de nuestro
país: el "Salón Rojo"
La
entrada del cinematógrafo a los Estados Unidos no se había podido dar, ya
que Tomás Alba Edison había bloqueado
el cinematógrafo meses antes en aquel año de 1896. Edison compró los derechos
de un invento similar, el Vitascope, desarrollado por Thomas Armant y
Francis Jenkins, Edison lanzó
al mercado de su país bajo el nombre de
Biograph, a finales de ese año llega a México el Vitascope norteamericano,
Edison había perdido en principio la batalla de conquistar al publico mexicano
ya que los franceses habían logrado un
impacto por ser los primeros en mostrar su invento.
Fue
México entonces el primer país del continente americano donde se disfrutó de
aquel novedoso y revolucionario invento de los hermanos Lumier, el
cinematógrafo.
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