jueves, 13 de agosto de 2015

Pío Pico, último gobernador mexicano de California

Pío Pico (1801-1894) 
Pío Pico nació en la Misión de San Gabriel, cerca de Los Ángeles, en una familia que contaba entre sus antepasados mexicanos, africanos e indios americanos. Su padre, caporal de caballería destinado al presidio de San Diego, murió en 1819 y dejó a la familia desheredada. Para sobrevivir, algunos miembros de la familia trabajaron como arrieros y comerciantes; además Pío y su hermano se enrolaron en el ejército mexicano.
En 1831, el gobierno Mexicano empezó a desamortizar las tierras de las misiones católicas. Para 1838, Pico había recibido dos ranchos, Santa Margarita y Las Flores, que sumaban un total de 54,000 hectáreas.
Las luchas por el poder eran frecuentes entre los californios de la época y la familia de Pico, participaron en ellas. En 1845, sus tropas obtuvieron una victoria en el 
Paso de Cahuenga y Pico fue nombrado gobernador, el último mexicano que ostentó ese cargo. 
Cuando estalló la guerra con los Estados Unidos en 1846, Pico se exilió dos años en México. Al final de la guerra, en marzo de 1848, Pico escribió: "Es indudable que California dejará de pertenecer a la familia mexicana, parece que el destino así lo ha decretado, pero que el resto de la República la despida con dignidad y no la entregue a sus nuevos hermanos, el Estado del norte, como si de un rebaño de ovejas o de una manada de caballos se tratara. Que se trate al gobernador, y en su persona al pueblo de California, con dignidad. Siempre deseamos, y seguimos deseando, ser nada más que mexicanos y hemos dado pruebas patentes de nuestro afecto, pero que el cáliz del dolor de nuestra separación no se amargue con nuevas humillaciones y desprecios". Entre 1848 y 1877, Pico fue concejal de Los Ángeles y construyó el primer hotel en esa ciudad, Pico House, financiado en parte por la primera empresa petrolera de California.

En 1851 se promulgó la Ley de Tierras, para revalidar los títulos mexicanos. Este proceso causó que muchos californios perdieran el título a sus tierras. Pico gastó miles de dólares para defenderse de las reclamaciones de los colonos y, finalmente, perdió el rancho Santa Margarita, que pasó a Juan Foster, su cuñado angloamericano (en el terreno del antiguo rancho se asienta el actual Marine Corps Camp Pendleton).
El resto de sus tierras le fue arrebatado en una trama fraudulenta que avalaron los tribunales, en parte, porque Pico no "parecía blanco". Cuando murió en 1894, en casa de su hija, no tenía un centavo.
La historia de Pío Pico es un reflejo de las tribulaciones de miles de residentes del oeste estadounidense. En 1848, de un plumazo, se convirtió a miles de indios y mexicanos en parte de una nueva nación. Conocidos como tejanos, mexicanos, californios, o neomexicanos, los latinos de esos estados tenían su propia historia colonial y tradiciones complejas de colonización, inmigración, conflicto, política y cambio social. En particular, las leyes sobre la propiedad y sobre las relaciones de los ciudadanos con el gobierno y entre sí eran marcadamente diferentes.
Para agravar la situación, en los decenios de 1840 y 1850, los Estados Unidos enfrentaban cuestiones tales como la inmigración, el sufragio femenino y la esclavitud, que habían dividido profundamente al país.
Los nuevos americanos se encontraron en un país que iba a experimentar los efectos de una guerra civil, la llegada de millones de inmigrantes y un desarrollo industrial sin precedentes, todo ello en un plazo de 50 años. Después de 1848, muchos americanos de origen mexicano se sintieron extranjeros en su tierra natal.
Con información del Museo Nacional de Historia Americana 
El museo está situado en la esquina de 14th Street y Constitution Avenue, N.W., Washington, D.C

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